Camilo Casal: Una Emotiva Vida Deportiva.
INTRODUCCIÓNEsta es la biografía deportiva, más íntima, personal y emotiva, hecha a un afamado futbolista departamental, la de Camilo Casal, del que se podría afirmar de manera rotunda y sin adular que fue uno de esos jugadores, dotado de un don especial, de esencia pura, de los que surgen de vez en cuando, de los que nacen como se suele decir con estrella, predestinado a ser alguien, una figura, hacer algo importante y dejar huella, pues de aquella lo tendría casi todo de su parte para triunfar. Aquí recalcar que el destino no se lo pondría nada fácil, pues por diversas causas o factores, cómo lo serían el azar, la frágil fortuna y una extraña tesitura, lograrían ponerlo en un brete al inicio de su carrera deportiva, pero este, tirando de esfuerzo, personalidad, determinación e inventiva, podría salir del embrollo, solventando la situación haciéndose más fuerte, sin que este tropiezo le impidiese seguir con su desarrollo. Recordar para terminar que, si bien no lograría llegar a lo que «se supone» pudiera haber sido, apuntar y esto opina quien expone que lo conseguido está sólo al alcance de los elegidos, por lo que lo convierte y aquí extrapolo, en todo un referente para ser admirado por todos y en un verdadero ídolo. |
![]() |
VIDA Y COMIENZOSLos inicios balompédicos de Antonio Camilo Casal Fernández, en realidad no tendrían nada de especial, de hecho fueron más bien sencillos, muy básicos, lo normal tal vez para la época y contarlo como fue es lo que toca. El lugar de reunión a modo de local social que tenían, era el Bar de Fina la madre de Nando, el ídolo del barrio, en la esquina calle Manuel Belando, en dónde se organizarían y elegirían los equipos, entre niños y chicos de 10 a 20 años. Un poco más arriba, enlazarían con la calle Caballo Blanco y en un campo anexo a la vía ferroviaria, se realizaría la criba, se competía y se jugaba a todo tipo de juegos con la pelota, cuando no se montaba el típico partidillo de Liga Pirata. Nuestro protagonista va cumpliendo años, 14 a la vista y está en edad de federarse y lo haría sin demorarse donde ya lo han hecho antes otros compañeros. Este equipo de los punteros en la Ría, sería la Sociedad Deportiva Barallobre. PERIODO DE FORMACIÓN: Aquí destacar que el artífice y quien maniobre la situación, para que saliesen de la zona del Ensanche B, varios jugadores con rumbo al municipio de Fene, sería el entrenador Eduardo Barajas. Sin duda a este también le conviene, encontrando un filón a modo de ventajas, en estos niños-chicos que nutrirían al equipo y que años más tarde, también acabarían vistiendo la camiseta del Racing Club de Ferrol o la de su filial el Ferrol Atlético, como lo fueron los míticos Martínez, Camilo, Fernando (el Uruguayo) y Carlos Leira. En las temporadas 76-77 y 77-78 infantil en la Sociedad Deportiva Barallobre, Antonio Camilo, extremo izquierdo, una posición a día de hoy para el recuerdo, donde destacaría como buen pupilo, en la faceta de atrevido, entregado y disciplinado. El crio, feliz y contento, disfrutaría de todo lo que le estaba sucediendo, como serían los viajes pagos en autobús para ir a los entrenamientos, la coca-cola y el bocadillo para después de los partidos. El niño muy pronto, gozaría de las mieles de la gloria, al no encontrar rival en la Liga que les hiciese frente y contar los encuentros por victorias casi siempre. La etapa de juveniles en la Sociedad Deportiva Barallobre sería muy breve, pues salvo el primer año, la temporada 78-79 que la empezaría con el B los noveles, las otras dos, las temporadas 79-80 y temp 80-81 las jugaría con el equipo de la Liga de Modestos en la Regional Preferente. En está categoría exigente, el niño-chico Casal Fernández tendría que madurar, espabilar aceleradamente, trabajar duramente ganarse el puesto, competir e intentar ser más influyente y por ende, hacer algo importante. En la R. Preferente también sobresaldría y la aprovecharía para ganarse a pulso un renombre, coger impulso e ir haciéndose un hombre, sintiendo y adquiriendo en su interior, la conciencia de que lo que más le gustaría ser en la vida es, futbolista profesional. EL SUEÑO Y A PRUEBA Comentar por igual que de aquella empezaría a cobrar un pequeño sueldo, que como buen chaval de origen humilde, entregaría íntegramente para ayudar en casa. Además, como un ritual, los fines de semana, se desplazaría al vecino barrio de Caranza, dónde allí encontraría el entorno ideal, necesario y compatible, para poder cumplir con su objetivo, descansando, desconectando y a la vez, reponiendo fuerzas «con las ricas comidas caseras de su tía Francisca» que unido al vínculo del calor familiar, le proporcionarían la energía suficiente para poder rendir a tope en el campo al día siguiente. El sacrificio, alejarse de su circulo íntimo de amigos y así evitar las típicas distracciones y tentaciones de la edad. Un ejemplo de lo que comentaría en su día sobre su ambición: «sabía que la única forma de salir adelante era cuidándome y vivir para y por el fútbol». La determinación, su convencimiento e inmediatez por conseguir cuanto antes su deseo, llevaron a Casal Fernandez hasta Asturias en concreto a las instalaciones del Mareo, dónde realizaría una prueba para el Real Sporting de Gijón. La misma, consistiría en un par de partidillos de entrenamiento que enfrentaría a jugadores del segundo equipo sportinguista, contra un rival, pero su actuación, no llamaría la atención del ojeador y analista y la corazonada, el escarceo, se quedaría en nada. Aquí destacable la actuación y actitud de un club humilde pero noble y respetable, como lo fue la Sociedad Deportiva Barallobre que en ningún momento dificultó o fuese en contra de los intereses de nuestro personaje principal, es más, de hecho colaboraría y lo haría de manera altruista, gran virtud universal. La suerte pende de un hilo y a Camilo, el destino futbolístico, en este caso, le echaría una mano, en forma de ley bien vista que condicionaría la categoría de paso. La R.F.E.F para promocionar la cantera, obligaría a los clubes de la 2da División B, a incluir en el once inicial, a un mínimo de 2 jugadores menores de 21 años y esto unido al gran apoyo de unos buenos directivos y generosos empresarios (Ferrolanos y Racinguistas) los José M.Vidal y Julio Martínez «Restaurante O Parrulo» le marcarían la senda a Camilo Casal F. |
|
PUNTO DE PARTIDAA los 18 años, empezaría con su verdadera singladura pues ficharía por el Racing Club de Ferrol, la temporada 81-82 en la 2da División B, 17mo puesto, siendo presidente Vicente Bastida y técnico José A. Saro y nada más llegar, tendría que lidiar con la pura realidad. La categoría, peliaguda, es muy física y la complexión del chico «alto, espigado y delgado» para el cuerpo técnico, no es el apropiado. A Camilo Casal le propondrían y recomendarían realizar tanto un trabajo físico específico, como un estricto régimen nutricional («O Parrulo» aquí tendría trato directo y personal) para ganar cuerpo y músculo, consiguiéndolo con mucho sacrificio y poder cerrar el círculo, gajes del oficio. Para Antonio Camilo, esto no sería ningún contratiempo, es simplemente un complemento necesario, pues hace ya tiempo que tiene entre ceja y ceja, el alcanzar su gran propósito. Ahora toca llevar al terreno de juego el sacrificio realizado y sacar lo innato, es decir, el talento pues este es su momento. Llegado el día, desde un principio, tendría que dejar bien claro que él, es un jugador distinto y lo acabaría logrando, haciendo de sus diabluras en el campo, en forma de salidas explosivas, controles, pausas, amagos, desbordes, puro instinto que harían las delicias de los más apasionados y entusiasmados aficionados. El muchacho no va a dejar escapar esta gran oportunidad, sabe que es un buen escaparate, así que se aplicará, como acicate, tendrá la ilusión y la pasión de hacerlo tan bien como pueda y sepa. Su deseada recompensa, el jugarlo casi todo prácticamente, de manera brillante, estelar, haciendo de esta la que precede, una campaña impactante y espectacular. Para el recuerdo quedarán los largos y añorados desplazamientos en autobús, visionando películas en cintas de VHS y sus primeros 5 goles en 34 partidos. En la siguiente, la temporada 82-83 con el Racing Club de Ferrol en la 2da División B, 9no puesto, entrenador A. Saro y nuestro homenajeado con 19 años, sabedor de que hay equipos superiores que están tras él, subiría el nivel y en el campo, recurriría a sus mejores armas; la genialidad y la improvisación, para llamar algo más la atención. El trabajo realizado tendría sus frutos, el Racing Club de Ferrol en Febrero de 1983, decidiría que ya era hora de traspasarlo, con 23 participaciones, dejando en 6 goles hasta la fecha su aportación anotadora.
ROCAMBOLESCA SITUACIÓN El joven vive en una nube, está a un paso de poder cumplir su sueño y como en un ensueño se descubre en un limbo, al ser inexperto en temas tan delicados como son las gestiones importantes, las burocráticas. Nada extraño en un principio pero si a esto le unimos, el hecho de carecer de asesor o un agente intermediario, inocente le llevaría confiado a delegar en los demás, los temas clave y particulares, por cierto nada recomendable. Aquí, enredos de despachos, dos grandes del fútbol, uno de la 2da División, el Real Club Celta de Vigo y otro de la 1ra División, el Atlético de Madrid del mítico Luis Aragonés, estarían interesados en su contratación. Estos para hacerse con sus servicios, tendrían que llegar hasta los tribunales deportivos, siendo el Celta el que se haría con los derechos federativos. Al margen de esta complicada situación, al mozo, le tocaría hacer cuentas con la prestación del servicio militar obligatorio en aquella época y mientras, una vez jurado bandera, desplazarse a Madrid por la patria, ya que la capital sería su destino. Mientras tanto, esperaría y aceptaría su sino entrenando en el hoy extinto, Estadio Vicente Calderón. |
![]() ![]() ![]() ![]() |
RECICLAJE Y AVENTURAEn enero de 1984, 11 meses después a esta compleja situación se le daría solución, pues se tendría que incorporar a la disciplina del Real Club Celta de Vigo, siendo el presidente José L. Rivadulla y su técnico Félix Carnero, firmando en particular su primer contrato profesional. La principal tarea, la de tener que ir adaptándose al equipo rápidamente y a la vez impresionar en una categoría que aún no domina. El caso es que que acabaría jugando sus 12 primeros partidos y en la que también marcaría su 1er gol de maravilla gracias a una agradable acogida y al buen ambiente en la plantilla. En Pontevedra, la que le precede, la temporada 84-85, con el Real Club Celta de Vigo, en la 2da División, 3er puesto, presidente José L. Rivadulla, con Félix en el banquillo, Camilo Casal con 21 años, sabe que para empezar con buen pie, fundamentalmente hay que estar bien preparado, centrado, ilusionado y mentalizado. Aquí reparo hacer hincapié en que se volcaría, cómo lo haría un buen profesional, en un principio para resarcirse por el daño y tiempo perdido de su excesivo castigo y por otra parte, poder limpiar su imagen y lo acabaría cumpliendo con amplio margen, demostrando su profesionalismo, formalismo y verdadero compromiso tanto dentro como fuera del campo y dejar bien claro que con él, no se equivocarían. Su esfuerzo al final se vería recompensado colectivamente con un ascenso, convirtiéndose en una pieza clave y destacable, con lo pasado casi olvidado y en la que colaboraría con 5 goles en 29 partidos. SE CUMPLE EL OBJETIVO La inmediata, en el Real Club Celta de Vigo, presidente José Rivadulla y en el banquillo Félix, Villar y G. Traid, la temporada 85-86, con 22 años, debutaría en la 1ª División y lo haría con una gran emoción, en el Estadio de Atocha (San Sebastián) Guipúzcoa, en un día muy especial: «el sueño que tuvo de chaval se haría realidad». Camilo, hecho hombre y mucho más tranquilo, está donde quería estar, sabe que no hay márgen para relajarse, la máxima categoría es muy exigente, así que tocaría poner algo más de su parte y lo haría con mucho arte. Para empezar, tocaría explotar su característico estilo, una mezcla de «versatilidad, desequilibrio, creatividad» y seguir ampliando, mejorando su repertorio futbolístico, físico, técnico y táctico. Solventaría con nota, su primera campaña en la élite a titulo personal, pues se vería a un C. Casal especialmente participativo, combativo y apuntar como anécdota que se estrenaría como goleador (en el Sánchez Pizjuán, Sevilla) dejando en dos goles su aportación en la Liga. Acabaría destacando en la faceta de asistente, en las 24 ocasiones de las que dispuso, pero también viviría una gran decepción, pues en el aspecto colectivo, la alegría no llegaría a ser plena, se acabaría descendiendo, con un 18vo puesto, una pena. En la próxima, la temporada 86-87, con el Real Club Celta de Vigo en la 2ª División, 3er puesto, presidente José L. Rivadulla, entrenador Colin Addison, el Estadio de Balaídos y su afición, serían testigos de la mejor versión de nuestro amigo Camilo Casal (23 años) el cual tendría en mente su gran obsesión, la de volver a disfrutar de la gloria en la 1ª División. Comentar que él mismo se obligaría y exigiría para intentar alcanzar su grado máximo de perfección futbolística, acompañándolo de un alto rendimiento en todos los aspectos y en la que nuestro ídolo conseguiría unos datos fantásticos, con 34 partidos jugados y 6 goles marcados, su tope máximo en esta categoría. Este enorme esfuerzo tendría su recompensa, pues a estos formidables números personales, habría que sumar de manera extensa también los colectivos, con el ansiado premio del ascenso. En la correlativa, la temporada 87-88, 7mo puesto, entrenadores José Maguregui y José Villar y la temporada 88-89, 8vo puesto, de técnico José Novoa presidiendo las dos José L. Rivadulla, con el Real Club Celta de Vigo en la 1ª División, Antonio Camilo Casal Fernández jugaría en ambas de manera similar, muy regular, con un notable rendimiento. Está en su momento, es ya un futbolista consolidado, respetado e importante. Se entregaría en su cometido, aportando al equipo su excelencia y experiencia de forma maestra, ampliando sus registros y como no, rindiendo a un buen nivel. Acabaría marcando 4 goles en la primera temporada comentada en 21 ocasiones y en la segunda susodicha 1 gol en 22 partidos para dejar al equipo, en unos relativos buenos puestos en cuanto a clasificación. Después de casi 6 temporadas consecutivas, efectivas e inolvidables, con 141 encuentros oficiales y 13 tantos, decidiría que ya era hora de ir cerrando un ciclo y empezar una nueva etapa de posibles, en definitiva, ampliando su carrera deportiva. |
![]() ![]() ![]() ![]() |
LA LUCHA CONTINÚAHacia la Comunidad Foral de Navarra dirigiría su mirada, en la subsiguiente, la temporada 89-90, Camilo (26 años) ficharía por el Club Atlético Osasuna de la 1ª División, bajo la presidencia de Fermín Ezcurra y el preparador Zabalza. La ilusión de enfrentarse a nuevos retos lo motivaría, hay que evitar posibles descuidos y aceptar los correspondientes desafíos, en esta campaña se alternarían buenos y mágicos momentos. Cabe mencionar que en el Estadio El Sadar (Pamplona) Camilo dejaría estos números: 25 partidos, 2 goles y el 8º puesto en la clasificación. En la consecutiva, la temporada 90-91, en el Club Atlético Osasuna, Estadio El Sadar, 4to puesto, presidente F. Ezcurra y el mismo entrenador Zabalza pero que en esta ocasión por decisión técnica, se decantaría por una nueva baza, es decir, lo reemplazaría dándole un vuelco a su situación. A los propios requisitos exigentes de este deporte, unidos a una inoportuna fortuna y a la correspondiente competencia que harían acto de presencia, todo sería diferente, dejando de contar con él en esencia directamente. Esto implicaría que no habría posibilidad alguna de revertirla y demostrar su valía, llegando a la conclusión de que la mejor opción, por lógica, sería dar por terminado su período Pamplonica, con tan solo 3 partidos en este curso.
La Comunidad de Castilla-La Mancha, el nuevo destino, en la siguiente, la temporada 91-92 y el Albacete Balompié (el llamado queso mecánico) el elegido, de la 1ª División, 7mo puesto y su presidente Rafael Candel Jiménez. Casal Fernández (28 años) al filo de la madurez deportiva, práctico y confiado, en un equipo recién ascendido por primera vez, se enfrentaría a un nuevo dilema: el sistema. Este equipo, logro de un entrenador Benito Floro, con nuevos conceptos y métodos deportivos, donde adquirirían relevancia la estrategia y el aspecto psicológico, algo novedoso para la época. En sus planes Camilo Casal entraría en un principio, para luego ir desvaneciéndose, relegándolo a puestos secundarios, pasando inadvertido en el Estadio Carlos Belmonte. Resignado e impotente ante esta situación Antonio Camilo no perdería la esperanza. El desgaste de tantos años compitiendo, unido a la desconfianza, terminaría por autoconvencerse de que lo mejor sería concluir aquí su periplo en la máxima categoría, dejando en 10 sus escasas oportunidades.
Extraña y en su pensamiento volver a su tierra (Galicia) lo acompaña, es algo prioritario para recuperar la confianza perdida, así que en este caso elegiría a la Sociedad Deportiva Compostela de la 2ª División, en la subsiguiente, la temporada 92-93, 12do puesto, con el intransigente José M. Caneda de presidente y Fernando Castro Santos de entrenador. La cuestión es que iría a peor pues su técnico decidiría igual que lo hicieran los dos anteriores de su gremio. Impotente, no lograría encajar, dejando una única temporada testimonial en el Estadio de Santa Isabel. En resumidas cuentas, en su personal «Torre de Babel Deportiva», por lo comentado, nuestro interpelado, ante las dificultades, nos ha dejado un ejemplo bien claro: aunque la situación se complique, siempre hay que enfrentarse, aplicarse y perseverar. |
![]() ![]() ![]() ![]() |
VUELTA AL PRINCIPIOEl regreso del hijo pródigo a su ciudad, a su casa, sería en la sucesiva, la temporada 93-94 (con 30 años) al club que lo catapultó a la fama, el Racing Club de Ferrol, en la 2da División B, su presidente Manuel Criado y el adiestrador Fernando Vázquez. Su contrato se gestaría al hacerle saber de un nuevo y a la vez viejo proyecto ambicioso de ascenso inmediato y consolidación en la categoría de plata. Camilo Casal aceptaría el reto, ahora con mucho más bagaje, lleno de experiencias y veteranía, a sabiendas de que segundas partes casi nunca son buenas, pero sintiéndose profeta en su tierra. Apenas comenzada la temporada, iría disipando dudas por si acaso, por lo que dejaría bien claro que no vendría de paseo, ni de paso, sino más bien con genuinas y renovadas ganas, a las que se aferraría y que serían muy especiales, parecidas a las que tuvo cuando empezó todo, hace ya más de 10 años. Comentar por ello se implicaría y esforzaría en el campo, llegando a jugar en 26 ocasiones y aportando 3 goles y en la que tendría en mente y siempre presente, el deseo de volver a triunfar y poder ayudar al equipo a alcanzar la categoría que se merece pero esto último con un 13er puesto no sería posible. La que le precede, la temporada 94-95 con el Racing Club de Ferrol en la 2da División B, 1er puesto, en la presidencia Manuel Criado y en el banquillo Rodríguez Vaz, no habría paz. Al final ciertos temas y cambios de última hora, le obligarían a replantearse su situación, por lo que unilateralmente en octubre decidiría cambiar de aires y seguir su propio rumbo, aportando 1 gol en 5 partidos, antes de marchar e ir ampliando mundo. Camilo optaría por la Comunidad Andaluza, al elegir al Club Polideportivo Almería para la inmediata, la temporada 94-95 de la 2da División B, 2do puesto, entrenadores Rivera, Román y F. Garrido y lo haría de forma aparentemente extraña, pero su propósito escondería otro fin, la intención de reconducir su vida, sin olvidarse de su pasión. Este sería el último equipo en el que jugaría y al que le aportaría un plus de veteranía, en los 17 partidos disputados y marcando a la postre, sus 2 últimos goles, para dar por terminada una tremenda, extensa, estupenda e intensa trayectoria deportiva, tal y como ahora la conocemos, con sus correspondientes vicisitudes y roles, a lo largo de sus 14 temporadas (6 en 1ra División, 4 en 2da División y 4 en 2da División B). |
![]() ![]() |
NUEVA VIDA DEPORTIVAUna vez finalizada esta etapa, Antonio Camilo Casal Fernández tomaría con determinación en ese mismo instante, la decisión más importante de su vida y esta no sería otra que el comienzo de su otro gran proyecto. Para empezar, decidiría cambiar de continente y se marcharía de súbito a USA, a la ciudad de Seattle (Estado de Washington).
Elegiría una variante de su deporte favorito y jugaría al Fútbol Indoor con los Seadogs (temporadas 95-96 y 96-97) bajo la dirección del entrenador Fernando Clavijo. También lograría renovarse y reinventarse, pues ingresaría en la Universidad para formarse en tecnología de la información (Microsoft), que a día de hoy es a lo que se dedica.
Por lo tanto, se podría decir aquello de que, a título personal, haría realidad el American Dream y dar así por fin, por concluida (You Can Cream) una espectacular, deslumbrante y productiva carrera deportiva. |
![]() ![]() |
Texto: Luciano Gómez «Buyo».
Imágenes: Carlos Leira.
Maquetación: Carlos Vázquez «Cabazo».
Imágenes: Otras fuentes.